Ave, Maria,

gratia plena,

Dominus tecum;

benedicta tu in mulieribus,

et benedictus fructus ventris tui, Jesus.

Sancta María, Mater Dei,

ora pro nobis peccatoribus

nunc et in hora mortis nostrae.

Amen.



Non Nobis Domine, Non Nobis Sed Nomine Tuo da Gloriam


Mantente alerta, con confianza en Cristo y loable en tu fama.


No muestres miedo frente a tus enemigos. Di siempre la verdad aunque te llegue la muerte. Protege a los desamparados y no hagas mal. Éste es tu juramento.



sábado, 16 de enero de 2010

ORDEN MILITAR DEL TEMPLE



La Orden del Temple data del siglo XII, cuando los cristianos por costumbre realizaban peregrinaciones a Tierra Santa. Los miembros de la Orden tenían innumerables propiedades (castillos, fortalezas, villas, tierras, riqueza) y poder.

Orden Temple

Los peregrinos hacia Tierra Santa solían arribar en el puerto de Baifa, para después continuar el camino hacia Jerusalén. En la ruta se practicaba el bandidaje, los peregrinos perdían con mucha facilidad la libertad o la vida.
Por aquél entonces, Jerusalén era gobernada por Balduino II (hermano de Godofredo de Bouillón, conquistador de Jerusalén). En 1118, Hugo de Pays, en representación de nueve caballeros, solicitaba a Balduino II que se les atribuyera la custodia de los peregrinos que iban a Jerusalén. Balduino aceptó la solicitud, cediendo como residencia una parte de su palacio situado en el Templo de Salomón.
El patriarca de Jerusalén les tomó los votos de pobreza, castidad y obediencia. Al residir en el templo de Salomón son denominados como 'Los Caballeros del Temple'.

Los Caballeros del Temple, tomaron la divisa 'nom nobis domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam'. Desde el principio, los estatutos dejaron bien claro que se trataba de una Caballería Militar con obligaciones religiosas: "comulgar tres veces al año, oir misa y hacer limosna tres veces por semana"
La Orden del Temple adoptó la regla de San Bernardo, su creación fue aprobada en el Concilio de Troyes, con Bula del pontífice Honorio II, y después confirmada en 1158 por el pontífice Eugenio III.
La Orden del Temple incorporó a su hábito una cruz roja, y una bandera blanca y negra.

La Orden del Temple tenía un verdadero ejercito en 1130.
Cuando San Bernardo describe a la Orden, dibuja un cuadro poco halagüeño "manifiesta que en la nueva caballería hay hombres malvados, sacrílegos, impíos, raptores, perjuros, homicidas y adúlteros. La partida de esa gente es una liberación y Oriente se alegrará de su llegada a causa de los servicios que allá podrán realizar".

La Orden del Temple fue favorecida espléndidamente por el apoyo de San Bernardo, sus caballeros aumentaban por toda Europa, en sus numerosos monasterios se recibían continuamente sustanciales donaciones.
La Orden del Temple llegó a sobrepasar en poder y riqueza a muchos estados de Occidente. El Gran Maestre de la Orden era el mayor señor de la Cristiandad, después del Pontífice, los Emperadores y los Reyes.

La Orden del Temple en España quedó bajo protección de los reyes de Castilla y Aragón, estuvieron en todas las batallas contra los musulmanes, recibiendo en compensación abundantes propiedades y riquezas.
Llegó el momento de que la Orden del Temple sobrepasó a las Ordenes de Calatrava, Alcántara y Caballería (cuando éstos tenían un convento, los templarios tenían diez).

La Orden del Temple fue disuelta bajo la acusación de herejía por decisión del Pontífice, los principales Caballeros del Temple fueron ejecutados.
Con el hecho, quedan numerosos interrogantes, ¿era la Orden del Temple culpable de los atroces delitos que se le imputaron?, ¿fue una política rastrera del rey francés Felipe el Hermoso para apoderarse de sus riquezas?
La disolución del Temple fue unos de los acontecimientos más graves de la Edad Media.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL GUARDIAN

EL GUARDIAN

El guardián del poder verdadero se encuentra delicado y fuerte ante la puerta del reino floreciente. Desde ahí fluye y corre la fuerza latente del rayo femenino que todo lo une, que realiza milagros verdaderos hacia los mundos de la eternidad. Desde allí viene y hacia allí fluye traspasando el velo de la temporalidad. Ella es la victoria sobre la oscuridad, ya que esta debe desaparecer cuando haya llegado su tiempo. La fuerza oscura no tiene ningún poder en comparación con lo verdadero, con la luz eterna. Porque lo que esta fuerza amada consigue unir permanece unido hasta la eternidad.

EL LIBRO DE LA VIDA

EL LIBRO DE LA VIDA

A Deo rex, a rege lex

A Deo rex, a rege lex
De Dios el Rey, del Rey la ley

A fructibus cognoscitur arbor

A fructibus cognoscitur arbor
Por sus frutos conocemos el árbol

EL ULTIMO GRAN MAESTRE

EL ULTIMO GRAN MAESTRE

JACQUES BERNARD DE MOLAY

Tuve una flota de bajeles y puertos privados,

una franja de tierras en el contorno de París

y un ejército de hombres dispuestos a morir

por reconquistar para la Cruz los lugares sagrados.

Custodié un tesoro y mi Orden fue el mayor banco

de Europa. El rey fue mi deudor y no me sometí

ni siquiera a la potestad del Vaticano. Viví

el éxito de tomar Jerusalén con mis soldados.

Y ahora heme aquí, engañado por el Papa

y Felipe IV de Francia. Me hicieron venir

de Chipre con la excusa de una nueva cruzada

para luego detenerme y obligarme a mentir

bajo tortura. Para robar la fortuna templaria

arderé en la hoguera y se harán con el botín.

A SUPERBIA INITIUM SUMPSIT OMNIS PERDITIO

A SUPERBIA INITIUM SUMPSIT OMNIS PERDITIO
De la soberbia toma el inicio toda perdición.

ANIMACION TAPICES DE BAYEUX