Este unicornio, junto con la dama que lo acompaña, ha estado colgados juntos durante muchos años. Pero no en cualquier pared: en la pared de un castillo medieval.
Este famoso tapiz conocido como "La dama del unicornio" fue tejido hacia el año 1500 en Flandes, cuna de la tapicería medieval. Pero no solamente se trata de un solo tapiz, sino de una serie.
El conjunto, compuesto de seis tapices, fue descubierto en 1841 y desde 1882 han sido conservados en el Museo Cluny en la ciudad de París. Este museo, que data de la Edad Media, conserva estos famosos tapices en una gran sala circular.
Los tapices tienen un tamaño aproximado de 3,5 x 3,5 metros y fueron tejidos con seda e hilos de lana. Son muy famosos y son conocidos como:
* Le Goût (El gusto)
* L'Odorat (El olfato)
* L'Ouïe (El oído)
* Le Toucher (El tacto)
* La Vue (La vista)
* A Mon Seul Désir (Con mi solo deseo)
El significado de las escenas
Muchos especialistas e historiadores han estudiado las escenas de estos tapices. Existen muchas interpretaciones y aún no se han puesto completamente de acuerdo sobre muchos de los detalles simbólicos. Sin embargo, en lo que más se ha coincidido es en el significado en general de los primeros cinco tapices: son la representación de los cinco sentidos.
Así se han explicado cada uno de ellos:
Gusto: la dama toma del plato un dulce que le ofrece su doncella. El gusto es también representado por el mono, que acerca un dulce a su boca.
Olfato: la dama teje un collar con flores perfumadas.
Oído: la dama toca el órgano, mientras su doncella canta.
Tacto: la dama toma delicadamente el cuerno del unicornio con su mano izquierda.
Vista: La señora sostiene un espejo en el cual se refleja la cabeza del unicornio.
Hay numerosas teorías sobre el porqué los unicornios acompañan a la dama. Muchos de los significados de esta antigua tapicería siguen siendo un misterio. En el sexto tapiz podemos contemplar la escena de la dama que pone en un cofre la joya del collar que ha usado en las otras tapicerías.
La significación más aceptada de esta escena es la renuncia a la tentación de los sentidos, ya conocidos por los otros tapices.
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