Cuentan que sobre el año 1156, Caballeros de Salamanca a las órdenes de Don Suero Fernández Barrientos, en lucha con los musulmanes de Extremadura, recorrían la Ribera del Duero buscando el lugar idóneo para levantar una fortaleza. Se cruzaron con Amando, viejo ermitaño que había sido soldado del conde Enrique de Borgoña en una Cruzada en Tierra Santa.
Orden Militar Alcántara
Amando persuadió a los Caballeros de Salamanca para que, junto a la Ermita que él había construido, alzaran una fortaleza al estilo de las del Temple y del Hospital.
Cuando la fama de los Caballeros de Don Suero se propago por aquellas tierras, muchos guerreros se unieron a la fortaleza.
El ermitaño Amando aconsejó a los Caballeros de Salamanca para que se constituyeran en Orden Militar.
El obispo Don Ordono, monje del Cister (reforma de la Orden de San Benito) guió para que adoptaran su regla. Para instruirles, hizo llegar algunos caballeros de la Orden. De esta forma, quedo formada la Orden de San Julián de Perero (santo titular de la Ermita de Amando).
Los miembros de la Orden de 'San Julián de Perero' vestían con una túnica de lana blanca y escapulario. Cuando salían se cubrían con una capa o tabardo de color negro. Llevaban el cabello corto por encima de la oreja y la barba redonda. Dormían vestidos. Desde septiembre 'La Cruz' hasta la Resurrección, tres días a la semana comían carne y otros tres ayunaban.
Los miembros quedaban sujetos a los tres votos de obediencia, castidad perpetua y pobreza. Cuando no se dedicaban a los asuntos guerreros permanecían recluidos en el convento.
Don Suero Fernández Barrientos (fundador de la Orden) murió en combate. La sucedió Don Gómez Fernández con Título de Prior.
En tiempos del rey Fernando II de León la corona se encontraba desmembrada, los habitantes de Ciudad Rodrigo estaban en constante disputa con Portugal.
El rey portugués Alfonso Enríquez, envió al príncipe Don Sancho con una avanzada para arrasar Ciudad Rodrigo y entrar en tierras de León.
La Orden de 'San Julián de Perero' acompaño al rey Fernando II en todas las empresas militares.
Por otra parte, el prior Don Gómez Fernández notificó al papa Alejandro III la existencia de su Orden - aprobada por los obispos de Salamanca y Ciudad Rodrigo - solicitando las gracias y prerrogativas que otras ordenes análogas tenían concedidas. El pontífice Alejandro III otorgó la Bula el 29 de diciembre de 1177.
Con fecha 4 de abril de 1183, el pontífice Lucio III otorgó otra Bula ratificando la Bula anterior. En esta Bula se otorgaba el nombre de 'Maestre' al jefe supremo de la Orden.
El rey Fernando II declaró que la Orden de 'San Julián de Perero' quedaba bajo su protección. Desde entonces, con el paso de los años, la Orden queda al servicio de los monarcas cristianos en sus continuas batallas contra los árabes.
Cuando la ciudad de Alcántara es reconquistada. La Orden se denomino 'San Julián de Perero y Alcántara', prevaleciendo al final el nombre de 'Alcántara'.
La Orden de Alcántara iba tomando mayor fuerza, comenzando continuas desavenencias entre las Ordenes de Alcántara y el Temple, llegando al enfrentamiento con armas entre las Ordenes.
La Orden de Alcántara también se involucro en política, tanto es así que, Don Gonzalo Martínez (uno de sus Maestres) fue condenado a muerte por traidor por el rey Alfonso.
Con los Reyes Católicos comienza el declive de la Orden. La monarquía se constituía en una unidad nacional. En consecuencia, los Maestrazgos se incorporaban a la Corona.
El pontífice Clemente VI en 1530 daba plena potestad a la Orden de Alcántara para modificar sus estatutos.
En 1540, el pontífice Paulo III concedió a los Caballeros de Alcántara una dispensa para disponer de todos sus bienes, debilitando el voto absoluto de castidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario